"... La montaña nos hace silenciosos, sufrientes y sobrios. Invita a la reflexión, pide silencio, y forma una personalidad sobria y sin caprichos"

LA SAUCEDA - Simbolo natural de Rebeldía y Libertad


“CUANDO SE HUYE Y UNO DEJA TODO A SUS ESPALDAS, EL ÚNICO TESORO QUE PODEMOS LLEVARNOS CON NOSOTROS ES... LA MEMORIA”

La Sauceda, ubicada en pleno Parque Natural de los Alcornocales. Cuando caminas por ella no te desprendes de esa sensación de lugar místico, mágico. Envuelve el ambiente, un velo de misterio de todo aquello que recoge la historia de esta tierra sólo conocido por los viejos quejigos y alcornoques e impreso en el alma de las piedras, como impreso quedó en el alma de sus antiguos pobladores.



Poco se conoce de este lugar desde la época de los Reyes Católicos hasta nuestros días, y mucha es la historia que recoge desde que la habitaran moriscos, perseguidos por la corona de Felipe II, huidos de la represión franquista cuando España se la jugaba a vida o muerte… o los actuales habitantes ocasionales de fin de semana que nos recreamos con el paisaje.

Ilustres figuras de nuestra literatura como Cervantes y Vicente Espinel ya hacían referencia a La Sauceda, lugar este, decían, al que acudían desahuciados de cualquier tiempo y lugar y sahuciados en este paraje donde vivían al margen de la represión. De ahí el nombre de La Sauceda (Sahuciados). Podían vivir años escondidos sin ser vistos o encontrados debido a las soledades remotas de este paraje, como lo harían aquellos bandoleros que vivieron como "gente que no había de morir y sin temor a dios y la justicia".



Pero es la historia más reciente la que todavía perdura en habitantes de localidades cercanas como Jimena y Cortes de la Frontera. Quizás los más viejos del lugar aún pudieran contar como en este núcleo poblacional se refugiaron muchas personas procedentes de la provincia de Cádiz, especialmente la campiña de Jerez, huyendo del ejercito franquista para el que esta zona supuso un freno en el avance desde el Estrecho hacia Sevilla y Madrid debido a lo escarpado del terreno. 

Cuando estas tropas finalmente consiguieron penetrar en La Sauceda, llevaron a cabo innumerables asesinatos y vejaciones a hombre, mujeres y niños allí refugiados. Aviones stukas nazis bombardearon la zona arrasando la población y todo lo que cogieron a su paso. 



Hoy en día en las cercanías de este poblado, en el llamado Cortijo del Marrufo se ha hallado una de las fosas comunes más grandes de España, donde podrían estar enterrados cientos de españoles torturados y ejecutados, así como a unos pocos kilómetros más allá, frente a la actual Venta de Puerto Galiz, conocido como la Maja de los Muertos.


En la actualidad La Sauceda es lugar de recreo para muchos, y de memoria y recuerdo para otros tantos y nos ofrece con su carga histórica un entorno digno de leyendas por el que pasear sin olvidar nunca el verdadero espíritu de su historia. Poder disfrutar de un entorno histórica y medioambientalmente tan rico, conocer, valorar y difundir este patrimonio no sólo debería ser un privilegio, si no también una obligación.
 

 


Explanada de la Ermita

Desde aquí podréis optar por seguir hacia el pico Aljibe o por el contrario a la laguna del Moral. También se puede optar por quedarse en las cabañas y disfrutar del entorno. Si decidís pasar la noche en una de las cabañas, tened en cuenta que no están provistas de luz eléctrica y que tan sólo cuentan con unos camastros y chimenea.  Existe una zona donde se encuentran los aseos comunes así como otra con barbacoas.

Nosotros pernoctamos en una de las cabañas con la intención de realizar una ruta nocturna aprovechando la época de berrea.



Fotos nocturnas hechas por nuestra amiga Merche



Entorno a la Laguna del Moral 






Laguna del Moral



En esta ocasión decidimos pasear bajo la lluvia...


Restos de antiguas construcciones


Subiendo al pico Aljibe, hacia el punto más alto de los Alcornocales 1.091 m





Como tratamos de mostraros a través de nuestras fotos, da igual cuándo decidas ir a visitar este lugar. Ya sea de día, de noche, con un sol expléndido o por contra bajo la lluvia... quedarte sólo en la zona de las cabañas, hacer ruta y subir al pico Aljibe, o un corto paseo... al abandonar La Sauceda, sentirás siempre la necesidad de volver. 

Abandonad las prisas, agudizad los sentidos, olvidaros del móvil, allí no hay cobertura y la magia de La Sauceda os embriagará.



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