Distancia: 4 km (sólo ida)
Dificultad: Fácil
Desnivel: 400 m
Comentario de la ruta: No es necesario permiso. Es un recorrido que no presenta ninguna dificultad y nos adentra en parajes e imágenes inolvidables.
Benaocaz, pueblo serrano ubicado al abrigo de la sierra del Caillo . Su historia como la de la mayoría de los pueblos de esta zona data de primeros asentamientos Neolíticos y han poblado sus tierras desde entonces distintas culturas. La presencia romana también queda patente en la calzada que une este municipio con Ubrique. Su pasado musulmán vuelve a quedan reflejado en su nombre (“Ben – Ocaz” Ben, hijo. Ocaz, antiguo linaje musulmán) y de la posterior reconquista cristiana habla el dicho popular que recorre los rincones de esta localidad: “En Benaocaz, la hembra lo más” cuando según cuentan, todas las mujeres de la localidad acudieron al puerto de Don Fernando, paraje cercano al Salto del Cabrero, para ofrecer todas sus joyas a la corona. Cuentan unos, por agradecimiento, otros para ayudar a los gastos de la guerra.
Leyendas a parte, sin duda protagonizó un papel importante en la guerra de la Independencia contra los franceses, junto con otras localidades de la sierra.
Nuestra ruta de hoy nos llevará desde el Barrio Nazarí de esta localidad hasta los llanos donde se encuentra el paraje de Casa Fardela (antiguo cortijo de labranza).
Dejamos el coche en la Plaza de la Constitución del pueblo y buscamos el comienzo del sendero que se encuentra junto al barrio Nazarí.
Al comienzo del sendero nos encontramos con la Fuente del Tejar actualmente utilizada como abrevadero y en tiempos como lavadero. Como curiosidad su pila de la que dicen es un antiguo sarcófago romano. Desde aquí y durante todo el camino que llevaremos hacia los valles de Fardela y del Dornajo encontraremos varias fuentes destinadas ahora al ganado.
El sendero asciende suavemente a lo largo de un murete de piedras y durante todo el recorrido nos acompañará a la derecha la sierra del Caillo con su cima en los 1.395 m.
Desde aquí ya visualizamos la sierra de la Silla.
Incluso más alejado el pico Aljibe y el Picacho ya en el parque de los Alcornocales.
Continuamos ascendiendo entre rocas y encinas.
A lo largo del camino…
Una segunda cancela desde la que ya podemos ver cómo asoman las cumbres calizas de la sierra del Endrinal. En este punto cruzamos el arroyo Pajarruco.
Seguimos en pendiente ascendente y llegamos a un prado desde donde podemos ver ya el valle de casa Fardela.
A lo largo del recorrido encontramos los restos de distintas construcciones, en este caso rediles, toriles... destinados al ganado.
Una tercera y cuarta cancela, casi seguidas nos abrirán paso hacia nuestro destino.
Las encinas adoptan formas a su antojo.
Alcanzamos de nuevo una fuente, estamos a unos 300 m de Casa Fardela, desde aquí sale un camino hacia la izquierda que continuaría hacia el Dornajo.
Una vista tras nuestros pasos... y arriba, vigilante, la cima del Caillo.
Una vista tras nuestros pasos... y arriba, vigilante, la cima del Caillo.
Como curiosidad estos restos de lo que pudo ser un magnífico manjar para el propietario de la pluma que vemos al lado.. (la naturaleza sigue su curso)
Llegamos a casa Fardela.
Desde la planicie el puerto de la Víbora.
A lo lejos, la cima del Caillo.
Los chopos destacan en este paraje dominado por las encinas.
Dejamos atrás Casa Fardela, y sus chopos… y vamos en busca de la llamada fuente de las 9 pilas picás.
Aquí la tenemos…
Como es pronto decidimos seguir un poco más en dirección norte, sabemos de un paraje llamado “los santos lugares” y vamos a echar un vistazo. Le hemos preguntado a un pastor y nos ha dicho que se encuentran por encima de casa Fardela. Existe cierta controversia en cuanto a este lugar, ni los mapas ni los que los hemos buscado nos ponemos de acuerdo en su ubicación exacta.
El terreno se endurece
Subimos y atravesamos un murete entre dos crestas.
Buscamos una zona alta para ver si vemos el valle del Dornajo, debe estar a nuestros pies.
Visualizamos la sierra del Pinar
La del Endrinal con sus cumbres piramidales.
Regresamos de nuevo hacia casa Fardela y emprendemos nuestra vuelta.
Ahora llevaremos la sierra del Caillo a nuestra izquierda, cae la tarde y la luz deja ver las caidas y grietas desde la cima.
Volvemos a recorrer el empredrado de los vestigios del barrio Nazarí.
Nos despedimos de Benaocaz y nos vamos a comer las merecidas viandas al área recreativa el Cintillo.
Comentamos la jornada, disfrutamos del silencio y del lugar y comenzamos a planear nuestra siguiente andadura.
muy bonita la hicimos ayer con los niños y es preciosa.saludos
ResponderEliminar