"... La montaña nos hace silenciosos, sufrientes y sobrios. Invita a la reflexión, pide silencio, y forma una personalidad sobria y sin caprichos"

CUEVA DE LAS DOS PUERTAS



Ubicación: Grazalema
Distancia: 4 km (ida y vuelta)
Desnivel: 300 m
Dificultad: Media
Comentarios de la ruta: Realizamos la ruta lineal. Desde el camping Tajo del Rodillo hasta alcanzar la subida por el Pilón de la Sangre y crestear hasta la cueva. Vuelta por el mismo lugar.

Volvemos a la sierra de Grazalema, sierra gris y caliza. Testigo mudo de un pasado de conquistas, sublevaciones, reconquistas. Sierra que abriga a su pueblo como manta grazalemeña y que en tiempos dio calor con sus encinas en los duros inviernos y frescor a la campiña gracias a sus pozos de nieve. Sierra alimentada con su leche, quesos, jardas de lana, arrobas de carbón y leña… legumbres y cereal. Agradecida a pesar de haber sido desvestida por la codicia de algunos y que nos recompensas con tu encanto y tu soledad sólo interrumpida por aquellos que te recorremos por unas horas.

Caminar por tus calizas nos lleva a soñar con el sonido de los cencerros del ganado, los ladridos de perros, los silbidos de los pastores… aquellas gentes de otra estirpe que decidieron compartir la inmortalidad de esta Sierra a pesar de haber sido apartados de ella por temas económicos y burocráticos pero que la vigilan desde cerca.

Subimos a la cueva de las dos puertas, la cual se nos antoja pudo ser un buen refugio para todos ellos y sentados bajo su arco… dibujamos estos pensamientos.

Hemos de decir que este es el tercer intento por encontrarla, siendo las anteriores infructuosas bien por empeñarnos en”rumbos experimentales”, bien por errores en los topográficos tanto del GPS como el ALPINA E-25 que ubican la cueva en coordenadas erróneas.

Desde la plaza del pueblo divisamos la ladera del Calvario y en su parte más alta lo que denominan como el Viso (de ver, visión) Lugar de amplia vista y elevado donde se encuentra nuestro destino La Cueva de las Dos Puertas. Un arco de piedra que la erosión del agua y el viento se ha encargado de labrar.

Comenzamos la ruta por el sendero junto al camping Tajo del Rodillo en claro ascenso desde el principio.


La senda discurre por el lateral derecho del camping y pronto alcanzamos la única angarilla que encontraremos en esta ruta, la cual no nos cansamos de insistir en su cierre tras atravesarla.



Seguiremos rodeando el camping para coger la dirección correcta por lo que prestaremos atención a un giro a la izquierda poco visible, si seguimos recto ascenderíamos por la Cañada de Mahón que nos llevaría a los llanos del Endrinal y no es nuestro objetivo.


Continuando por la senda iremos dejando atrás el camping y nos introduciremos en un bosque de pinos y aunque no está especialmente señalizado no es complicado de seguir aunque observamos que se están haciendo labores de balizado. 





Cuando llevamos unos 800 m de recorrido encontraremos a nuestra derecha una piedra con flechas de indicación pero nosotros vamos a hacer un giro de 90º para abandonar este sendero y comenzar a ascender por el llamado Pilón de la Sangre.



A partir de aquí el sendero prácticamente desaparece y debemos hacer uso de la orientación o de los medios tecnológicos a nuestro alcance. En cualquier caso a partir de aquí se complica un poco la ascensión, zigzagueando entre piedra sueltas y matorral.


Vamos ganando altura y ya tenemos las primeras vistas maravillosas de la mañana…………….


Continuamos en claro ascenso y tras pasar un bosquete de nuevo nos encontramos en un canchal de piedra. Existen hitos que nos dan un poco de luz a la hora de decidir por dónde avanzar… siempre pendientes de las señales… hitos, zonas de piedra oscurecidas por el barro de otros caminantes… así hasta alcanzar la zona mas alta.

Una vez situados en la cresta volvemos a girar hacia la izquierda siempre cresteando. Como observación comentar que nos encontraremos fechas amarillas sobre fondo negro indicando la dirección contraria a la que llevamos. Estas indicaciones pertenecen a la ruta a la inversa… digamos al camino de vuelta, viniendo desde el puerto de las Retacapas.



Seguimos cresteando y en un punto visualizamos lo que nos parece el montículo más alto de la cresta.
Justo en este alto giraremos de nuevo a la izquierda y en la elevación que tenemos frente a nosotros, por increíble que parezca… ya bajo nuestros pies… la Cueva de las Dos Puertas…  vigilante sobre el valle.






Las vistas son impresionantes desde aquí por una de sus puertas visualizamos Grazalema, la Sierrecilla, el Peñón de la Asamblea. La Sierra del Pinar precedida por el Peñón Grande. Las canteras que dan entrada al sendero del Pinsapar en la carretera que va hacia Zahara de la Sierra.


Desde la otra cara podemos observar la Sierra del Endrinal destacando sus cumbres del Reloj, Simancón y Yedrales… incluso alcanzamos el puerto de las Presillas.





Tras casi una hora disfrutando del paisaje y la soledad remota, emprendemos el regreso por la cresta por la que llegamos.




Descendemos ahora por el Pilon de la Sangre extremando las precauciones en las zonas de piedras sueltas.



y terminamos el recorrido por el bosque de pinos que nos devolverá nuevamente al comienzo de esta ruta.



Como casi todas las rutas, existen varias opciones para llegar hasta allí. Nosotros nos decidimos por este itinerario por evitar los cortados de Peñaloja.

Otro rincón de la Sierra visitado.


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